EL TRANSACTIVISMO ES EXCLUYENTE Y PROMUEVE LA VIOLENCIA CONTRA LAS MUJERES. ES HORA DE ALZAR LA VOZ.

Las amenazas contra las mujeres etiquetadas como TERFs van en aumento. ¿Van a hablar los liberales y los progresistas, antes de que sea demasiado tarde?

     En enero, durante la Marcha de Mujeres de Vancouver, una mujer fue fotografiada con una pancarta que decía "la ideología trans es misógina". Puede que aquellos que se consideran buenas personas, que se interesan por un grupo particularmente marginalizado y en peligro, consideren que este mensaje es exagerado. Quizá, si no estás familiarizado con cómo las mujeres y las feministason tratadas por algunos transactivistas, te preguntes en qué se basan estas afirmaciones. Hace algunos años, yo misma me habría preguntado lo mismo, pensando "bueno, esto es pasarse un poco, la verdad". Pero, al tiempo que el transactivismo ganaba terreno, y yo -junto con otras muchas mujeres- me empezaba a preguntar sobre el objetivo, ideología y políticas incluidas en la lucha por los "derechos trans", se ha vuelto imposible negar lo que hay detrás del trans activismo: violencia contra las mujeres.
Fotografía de xo.villainette.ox en Instagram, anunciando su "show"

  La 
semana pasada, se hicieron virales unas fotografías de una exibición que se muestra en la actualidad en la Biblioteca Pública de San Francisco, en las que se ven camisetas llenas de sangre con las palabras "golpeo a TERFs", junto con bates de béisbol y hachas pintadas de rosa y azul para hacer referencia a la ideología de género, algunas de ellas cubiertas por alambre de espino para aumentar lo grotesco de las amenazas. Esta exhibición fue instalada por "Scout Tran", un hombre identificado como trans, miembro fundador de Degenderettes, un grupo que tiene sucursales por todo Estados Unidos. El grupo se dedica a acudir a eventos feministas, como la Dyke March, el Desfile del Orgullo y el Women's March llevando armas, según ellos para hacer activismo de defensa, pero es, innegablemente, una amenaza visible y una incitación a la violencia contra las mujeres.
    Las amenazas, junto con eslóganes como "golpeo a TERFs", no son imaginarios. A principios de este mes, un hombre identificado como trans que se hace llamar Tara Wolf fue condenado por agresión tras dar una paliza a una mujer de 60 años, Maria MacLauchlan, que había quedado con otra en Hyde Park para ir a una reunión sobre identidad de género, ideología y legislación. Wolf, previamente, había publicado un post en Facebook sobre cuánto le apetecía acudir a este evento a "joder a algunas TERFs". ¿En qué otra circunstancia defendería nadie (los progres, en particular) amenazas de violencia contra las mujeres? Por desgracia, en muchas.
     Los liberales y la izquierda han defendido ciertos tipode violencia contra la mujer como "arte" o "sexo", aunque quizá de forma menos abierta de lo que defienden las amenazas directas contra las feministas que cuestionan la idea de género. La pornografía, por ejemplo, es una de las áreas en las que la violencia y el abuso son sistemáticamente defendidos en base a la imaginación, al sexo, o a la libertad de expresión. La incapacidad que tienen los hombres para ver violencia en la imagen de una mujer siendo asfixiada, golpeada o violada en grupo, se explica porque existe una conexión entre esas imágenes, el deseo de los hombres y poder masturbarse libremente. Del mismo modo, la noción de que un hombre ofrezca compensación económica a una mujer a cambio de poder abusar de ella, se nos presenta una y otra vez como "consentimiento", independientemente del impacto que esto suponga para esa mujer y el mensaje que esta práctica transmite.
     Lo que esignificativo acerca de lo que vemos en el movimiento trans es que no trata de disfrazar la incitación a la violencia contra las mujeres con retórica sobre "consentimiento" o "empoderación". Lo que defienden no es que no sea violencia real, ni que a las mujeres les guste, ni que hayan consentido o sea su fantasía. En  lugar de eso, defienden la violencia que suscitan justificándola en base a opiniones, asociaciones, lenguaje, artículos o enlaces que ellos deciden que no les gustan, y a todo eso, irónicamente, lo llaman violencia (irónico, considerando que precisamente de ellos es de quienes vienen amenazas y evidencias expresas de violencia). 
     Las amenazas de violencia contra las mujeres, solo por haber sido etiquetadas como TERFs, son aterradoras, no solo porque debemos temer por nuestra integridad física y porque estas amenazas actúan como un mecanismo silenciador, sino porque la mayoría de la gente no condena esta violencia. Es agotador tener que defendernos a todas horas con pocos recursos, plataformas o gente influyente a nuestro favor, debido a las listas negras que se han elaborado en base a este debate. Nuestras voces, nuestros intereses y bienestar se desprecian, puesto que somos las malas y merecemos morir. 
     Aquí es donde coinciden las ideas de los liberalesobre pornografía, prostitución y trans activismo. La forma como la palabra TERF deshumaniza a las mujeres (las mujeres que dicen verdades impepinables, y que hacen preguntas que nadie se atreve a preguntar) solo para justificar la violencia contra ellas, funciona igual que la deshumanización en la pornografía, donde se finge que no son dañadas ni abusadas, y por supuesto, funciona igual que cuando las tachaban de brujas para justificar que fueran torturadas por ser perversas y peligrosas.
     No estar de acuerdo no es violencia. No debería hacer falta decirlo, pero aun así, debemos hacerlo. La violencia es violencia., y cuando un grupo de gente están activamente invocando y defendiendo la violencia contra otro grupo, -particularmente un grupo oprimido, como las mujeres-, no se puede consentir. En este momento, quienes apoyen este movimiento que opera actualmente, son tan culpables como ellos. 
  En la Biblioteca Pública de San Francisco decidieron retirar la camiseta sangrienta, pero no cancelaron la exhibición. Tampoco sabemos a quién le pudo parecer que la biblioteca era un buen lugar para hacerla. Me hace preguntarme si expondrían una camiseta sangrienta con las frases "mata a prostitutas" o "golpeo a musulmanes" junto con bates y hachas.
     ¿Van a hacer algo los liberales y los progresistas antes de que esto empeore? Me temo que no.

Traductora: Marina Liñán


Escrito por Megan Murphy el 1 de mayo de 2018 y publicado en Feminist Current
https://www.feministcurrent.com/2018/05/01/trans-activism-become-centered-justifying-violence-women-time-allies-speak/

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