LOS GENITALES FEMENINOS EN QUIRÓFANO: HAY QUE HABLAR YA DEL TEMA

Los casos de labioplastia siguen en aumento gracias a la cultura del porno, a la cultura pop y a algunos cirujanos irresponsables 


     Con tan solo 16 años, Courtney, una joven del Reino Unido, decidió someterse a una labioplastia, un procedimiento quirúrgico que le produjo dolores insoportables y cicatrices de por vida. Durante su adolescencia, se dio cuenta de que, a causa del tamaño de sus labios, no podía sentarse cómodamente, y le molestaba el roce de la ropa. Decidió someterse a una labioplastia para aliviar el dolor e irritación que sentía, y, en retrospectiva, admite que su decisión se vio influenciada por los cánones de belleza establecidos por una sociedad pornificada. El porno que vio cuando era joven contribuyó a hacerle pensar que su vulva no era normal. Cuando hablé con ella por Twitter, me dijo: "nunca sabré si habría tomado esa elección en un mundo libre de la influencia del porno y de las inseguridades que tenía sobre mi propio cuerpo, me deprime un poco ver cómo muchasucumbimos a esto". 
     Por desgracia, la experiencia de Courtney es demasiado común. Hoy en día, la labioplastia es una de las cirugías más en auge en todo el mundo. Consiste en alterar la apariencia de los genitales externos femeninos, a menudo incluso los labios menores, pero también incluye un reducción clitorial y estrechamiento vaginal. Incluso para los lectores más escépticos, los datos de aumento de esta operación son alarmantes.
     En EEUU, se practicaron un total de 13.266 labioplastiasolo en 2016, y 23.155 en Brasil en ese mismo año. De acuerdo con los datos publicados por la Sociedad Americana de Cirugía Estética, las labioplastias aumentaron un 217,3% en los últimos cinco años. 
     En el Reino Unido los médicos han llegado a alertar sobre casos de niñas de tan solo 9 años que no están a gusto con la apariencia de sus vulvas. El aumento de este fenómeno de insatisfacción con sus genitales entre niñas cada vez más jóvenes preocupa a muchos profesionales médicos. En un documental producido para el Victoria Derbyshire de la BBC, la ginecóloga Naomi Crouch dijo que "no hay absolutamente ninguna evidencia científica que nos lleve a apoyar la labioplastia" y que "el riesgo de secuelas es muy alto", particularmente en aquellas adolescentes que aún están en desarrollo.
     Lo que inmediatamente llama la atención al echar un ojo en las webs de médicos que ofrecen esta operación es cómo enmascaran los riesgos por medio de frases como "rejuvenecimiento" y "embellecimiento vaginal". Ni siquiera mencionan el hecho de que no existe entrenamiento para practicar la labioplastia, y ni los médicos ni los cirujanos aprenden técnicas para practicarla durante su residencia. Es más, en los estudios de cirugía plástica ni siquiera detallan la anatomía de la vulva ni su fisiología.
   Al no existir un aprendizaje adecuado del procedimiento, las jóvenes que se someten a una labioplastia se enfrentan a riesgos de por vida. En el caso de Courtney, sus labios menores fueron reducidos de tal manera que se le abrieron los puntos en innumerables ocasiones, matándola de dolor. Incluso hoy, que han pasado años de la operación, sigue sintiendo "dolor fantasma" debido al trauma que le provocó. Jessica, otra joven con la que hablé de este tema, me contó que sus labios menores habían sido extirpados por completo en una chapuza de operación que también mató el nervio clitoriano, eliminando cualquier sensación clitorial para siempre.
    Teniendo en cuenta la cantidad de riesgos posibles, ¿por qué cada vez más mujeres están dispuestas a someterse a esta operación? 
    La labioplastia, a menudo, se anuncia como una forma de mejorar la autoestima de la mujer y mejorar su vida sexual. La doctora Lina Triana, cirujana plástica y miembro de la Sociedad Americana de Cirugía Estética, presenta la labioplastia como un procedimiento que "empodera a la mujer y le ayuda a conseguir una mejor calidad de vida aumentando su comodidad y confianza sexual". No tengo muy claro cómo mutilar con un bisturí unos genitales perfectamente sanos puede empoderar a una mujer, y ningún estudio avala esta afirmación. Es más, sí hay estudios que demuestran que no es cierto que mejore tu calidad de vida, sino que, en general, la vida sexual y psicológica de una mujer trasometerse a una labioplastia no mejora en absoluto. Como podemos ver en los casos de Courtney, Jessica y muchas otras, a menudo esto último es cierto. 
     Los genitales femeninos promocionados y favorecidos por la industria del porno se caracterizan por unos labios mayores rositas, y unos labios menores que ni siquiera se ven. Los labios mayorese presentan como un fetiche, muchas veces deshumanizante. La web PornHub contiene vídeos tipo "latina con labios enormes" o "calentorra masturba su coño con aletas hasta el orgasmo". En el porno, si no encajas en el molde, o te deshumanizan o te convierten en un fetiche.
     El crecimiento de internet no solo ha llevado al incremento de un acceso a la pornografía, también a la información médica, incluyendo libros de anatomía, artículos periodísticos y recursos para pacientes. Ha facilitado una sobreexposición a los anuncios de cirugía plástica. Esta tendencia a una apariencia genital específica está alimentada por quienese benefician de la inseguridad de las mujeres, así como por la industria del porno. Los médicos que practican esta operación ofrecen a las jóvenes un "look Barbie", esto es, genitales tan estrechos como sea posible, donde los labios apenase vean, reducción del clítoris y estrechamiento vaginal. Los labios mínimamente visibles tipo muñeca se han convertido en la norma con la que las mujeresueñan.
     El ideal de belleza femenino requiere de muchos tratamientos, pero hay un cambio importante en la naturaleza de los mismos. La cirugía genital es indicativo de una cultura que prioriza el éxito, no solo que la mujer sea bella en público, sino también en privado, que su cuerpo desnudo encaje en los cánones establecidos. El liberalismo sexual y toda su retórica evolucionaron con la cultura del porno, donde las partes del cuerpo de la mujer que antes estaban ocultas ahora son objeto de examen. Se anima  a las mujeres a abrir aún más el rango de sus inseguridades para incluir algunas nuevas, convenciéndolas de que sus cuerpos desnudos no son adecuadosi los comparas con los cuerpos desnudos que se ven por todas partes, desde el porno que ven sus parejas hasta los anuncios de lencería en cualquier tienda.
     Los genitales de una mujer, su parte más íntima, debe encajar también en el ideal de belleza que ha dictado nuestra cultura del porno. Las únicas elecciones posibleson la de ser sexualmente cosificada como cualquier otra mujer deseable, o ser explotada como un fetiche, con tus inseguridades que solo son aceptablesi se pueden usar para degradar y deshumanizar a la mujer ante los consumidores de porno.
     Las labioplastias no se llevan a cabo por razones médicas, sino superficiales. En el libro Backlash, de 1991, Susan Faludi expone que, para muchos de estos cirujanos, aumentar la autoestima de la mujer no es primoridial: "a pesar de la publicidad de estas clínicas, los médicos estaban menos interesados en mejorar la sensación de control de las pacientes que en mejorar su propio control sobre ellas. 
     Cuando hablamos de labioplastia en concreto, ¿qué tipo de control se ejerce sobre las mujeres?
   En su libro El mito de la belleza, Naomi Wolf afirma que "la fijación cultural por la delgadez femenina no es una obsesión por la belleza de la mujer, sino porque la mujer obedezca". Para poder encajar en el ideal de belleza, se demoniza el apetito. Las mujeres incontroladas aman la comida, quieren sexo, y hablan sobre su opresión. Y esto supone una amenaza para el status quo patriarcal. El uso de los ideales de belleza y la cirugía sexual para controlar a las mujeres pueden compararse a lo anterior.
      En nuestra cultura, que odia a las mujeres y las convierte en objetosexuales, esto se intensifica en el caso del porno. En cualquier caso, las mujereson tratadas como objetosexuales de forma muy concreta, en el sentido de que se hace ver que las mujeres que encajan en los cánones de belleza despiertan un insaciable deseo sexual. A ellase las anima a desear sexo, pero solo si tienen una belleza convencional, y solo si quieren el tipo de sexo que los hombres quieren de ellas. La falta de unos genitales totalmente visibles representa un cuerpo femenino que se adapta al ideal.
     Además, casi siempre los genitaleson entendidos en el contexto sexual. Un cuerpo femenino con genitales que no coincidan con la cultura porno patriarcal (labios que sean grandes u oscuros), representa el rechazo a ese conformismo. Una mujer desnuda cuyos genitales no sean apretados, sino claramente visibles, es un símbolo de que la sexualidad femenina no existe exclusivamente para satisfacer la mirada del hombre. Un ataque a los genitales de la mujer supone un ataque a la negativa de la mujer a cumplir los estándares dictados por el hombre.
     "Estaba en mi primera relación activa cuando me sometí a cirugía, y no puedo evitar pensar que, en gran parte, tomé esa decisión por lo que yo creía que a mi pareja le gustaba, teniendo en cuenta la cantidad de porno que veía", me contó Courtney. "Y tampoco puedo negar que ser una adolescente en la era del porno me ha dañado de muchas formas, no solo con la cirugía".
     Tanto si el culpable de este fenómeno es el porno, o los cirujanos, o la cultura pop, o una combinación de todos ellos, está claro que las jóvenes y niñas están en riesgo al querer representar la idea de lo que se supone que esexy. Por suerte, el artista Jamie McCartney creó El Gran Muro de la Vagina, un políptico de 9 metros de largo, que consiste en 400 vulvas de yeso, todas distintas, organizadas en diez enormes paneles. Representan vulvas de mujeres de entre 18 y 76 años. En su web, McCartney dice: "a muchas mujeres, la apariencia de sus genitales les produce ansiedad, y yo tenía la posibilidad de hacer algo al respecto".
     En 2018, la fotógrafa británica Laura Dodsworth fotografió las vulvas de 100 mujeres de entre 19 y 101 años y habló con ellasobre su relación con sus propios genitales. Pueblicó los resultados en febrero de 2019, en un libro titulado: Femineidad: la cruda realidad. Inspirada por la gran cantidad de mujeres que se someten a una labioplastia, el objetivo de Dodsworth era animar a las mujeres a recuperar sus cuerpos de una cultura que promueve el odio de las mujeres a sí mismas.
   Si nos vamos a referir a esta crisis por su nombre, (un asalto a la sexualidad femenina), necesitamos elaborar una contranarrativa de lo que las jóvenes están oyendo. El impacto potencial de esta moda es tan dañina como peligrosa, y Jessica y Courtney lo saben muy bien. Necesitamos facilitar el entendimiento de la sexualidad femenina libre de las expectativas masculinas. Necesitamos que las jóvenese involucren en el discurso radical feminista que elimine el odio a sus propios genitales y traiga la realidad de sus raíces al foco.
     Los genitales de las mujeres no tienen por qué encajar en ninguna imagen predeterminada para ser aceptables. El placer sexual de la mujer importa, y una apariencia particular de los genitales no es un componente imprescindible de la sexualidad.
     Conserva tus labios. Libérate de la sexualidad dictada por los hombres.

Traductora: Marina Liñán

Escrito por Jessica Masterson, publicado por Feminist Current el 2 de septiembre de 2019

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