EL MUNDO SE HACE EL TONTO CON J. K. ROWLING
El sábado, la autora de Harry Potter, J. K. Rowling, compartió un artículo en Twitter titulado "Creando un mundo post COVID19 más igualitario para los seres menstruantes" y añadió "seres menstruantes. Estoy segura de que antes había una palabra que definía a esa gente. Que alguien me ayude, ¿mujis? ¿mujas? ¿mujedas? ". Quienes habéis seguido cómo la palabra "mujer" es borrada de todo lo que tenga que ver con la mujer (de todo, desde el periodo al embarazo y a la vagina) ya sabéis lo que este código implica.
Referirse a las mujeres como "seres menstruantes" no es un accidente: Es un signo de inclusividad. Y os preguntaréis ¿quién necesita ser incluido en la categoría de personas que menstrúan, aparte de aquellas que, efectivamente, menstrúan? Es decir, en la categoría de las antes llamadas mujeres.
Hoy día, por supuesto, palabras como "mujer" o "femenino" son tabú. Algunas mujeres preferirían ser hombres y algunos hombres son mujeres. Hay "penes femeninos" y "hombres que dan a luz". Es una nueva era, y el narcisismo humano ha evolucionado mucho más allá de la propia naturaleza. ¿Qué significa la biología, frente a un pronombre él/ella en una biografía de Twitter?
En cierto modo, es deprimente ver el nivel de celebración que algunas mujeres vertieron en las redes en respuesta al tuit de Rowling. Es muy triste que conceptos como "seres menstruantes" se hayan normalizado tanto que cuestionarlos parezca revolucionario.
Hubo una inmediata respuesta violenta. A Rowling la llamaron TERF, maligna, zorra, basura y mucho más. La modelo y transactivista Munroe Bergdorf acuso a la autora de tránsfoba y y dijo que tanto Rowling como otras creyentes de la realidad constituían "otra rama de la supremacía blanca".
Ben O'Keefe, el anterior asistente de la senadora Elizabeth Warren, contestó: "cállate la puta boca, tránsfoba de mierda".
Rowling, defendiéndose, explicó: "la idea de que mujeres como yo, empáticas con la gente trans desde hace décadas, que nos sentimos cercanas porque los vemos vulnerables, en cierto modo, como la mujer (por ejemplo, ante la violencia machista), odiamos a los trans porque creemos que el sexo es una realidad, es absurda". Y añadió: "si el sexo no fuera real, no existiría la atracción entre personas del mismo sexo. Y si el sexo no fuera real, la realidad vivida por las mujeres de todo el mundo se borraría. Conozco y quiero a mucha gente trans, pero borrar el concepto del sexo elimina la capacidad de muchas para poder hablar sobre sus vidas. Decir la verdad no es odio".
Es raro tener que estar advirtiendo que entender que solo las mujeres menstrúan no es lo mismo que odiar. Y más raro aún es tener que decirle esto a adultos que, seguramente, a estas alturas, saben cómo se hace un bebé, y que han pasado por la pubertad. Quienes hemos intentado hacer afirmaciones básicas sobre determinados hechos en público, del tipo "los hombres no son mujeres" y "decir la verdad no es odio" sabemos la histeria que podemos recibir a cambio, aunque acostumbrarse a ello no hace que sea menos confuso.
Nunca he entendido que haya quien puede quedarse callado y mirar cómo la existencia de las mujeres es eliminada, o que no digan nada cuando sus amigos o colegas insisten en que quienes usan la palabra "mujer" son unos intolerantes. Y parece que a Rowling se le ha agotado la paciencia.
La violencia extrema, el odio y la misoginia se han convertido en la norma. La respuesta que recibe alguien como Rowling demuestra hasta qué punto los transactivistas y sus aliados están acostumbrados a tener el poder de acosar a famosos, políticos, amigos y familia para que se sometan, y, simplemente, no pueden aceptar que una mujer famosa se salga de la línea. Esto es ofensivo para quienes pierden totalmente los papeles contra las mujeres, y para los liberales que se preocupan más por gustar que por señalar lo obvio. La doctrina religiosa, conocida como "cultura de la cancelación", exige la confesión de los pecados y pedir el perdón de nuestros señores de las redes sociales. Exige que las mujeres digan que han tenido un "momento de la mediana edad"* en lugar de admitir que dicen la verdad, y exige que otras mujeres las ataquen por hacerlo.
El propio Harry Potter se sintió "obligado" a hablar, y declaró públicamente: "las transmujeres son mujeres. Decir lo contrario es borrar la identidad y la dignidad de los transgénero, y va en contra de los consejos de los profesionales de la salud, y de asociaciones que tienen, con mucho, más experiencia en esto que Jo o yo mismo. De acuerdo con el Proyecto Trevor, el 78% de los jóvenes transgénero y no binarios declararon ser objeto de discriminación por su identidad de género. Está claro que necesitamos hacer más para apoyar a los transgénero y a los no binarios, no invalidar su identidad, y no causar más daño".
No tengo claro cómo decir que solo las mujeres menstrúan daña a los transgénero o a los no binarios, pero esa no es la cuestión. La cuestión es que Harry está a salvo, porque se ha descarmado de la bruja. Y le ha echado más leña al fuego.
Hace tiempo que parecemos vivir en un mundo bizarro, en el que cualquier mujer que se atreva a decir la verdad es declarada proscrita y quemada en la hoguera virtual. Y, dado que no me interesa la opinión de los famosos en mayor medida que la de los intelectuales o los no famosos, me pregunto si la respuesta a Rowling despertará a la gente, y se animen a decir que el emperador está desnudo. Y que quienes lo digan no sean tachados de malvados o llenos de odio, sino de sanos. Me pregunto si evta experiencia llevará a Rowling a apoyar públicamente a las mujeres en su situación o se quedará callada para evitar más conflicto. Deberíamos saber que no hay quien gane a esta jauría. No hay nivel posible de educación, conocimiento o raciocinio que pueda afrontar la violencia y la misoginia demostrada contra las mujeres que cuestionan la ideología de género. O vas a toda máquina o te rindes, aceptando envolverte a ti misma en complicados nudos, intentando adaptarte a demandas, cada vez, más absurdas, contorsionando tu lenguaje de formas que deberían considerarse sacrílegas para una escritora. Yo creo que la forma de proceder es obvia.
*El término "momento de mediana edad" alude a los representantes de J. K. Rowling, quienes dijeron que la autora había tenido un momento muy torpe de mujer de mediana edad al darle like a un tuit que decía "los transgénero son hombres con vestido".
Traductora: Marina Liñán
Escrito por Meghan Murphy y publicado en Feminist Current el 9 de junio de 2020
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