NO TODAS LAS MUJERES ELIGEN ABORTAR, A ALGUNAS LAS OBLIGAN

     Las activistas reclaman que el aborto sea decisión de la mujer. Pero a menudo las mujeres son presionadas por sus parejas o sus padres para que aborten. Estas mujeres no "eligen" libremente, son obligadas a tomar una decisión sobre la que tienen poco control o ninguno.
     JoAnne Crough, consejera profesional de la Clínica Meier, en Pittsburgh, nos cuenta que esto es bastante común:
     "Sucede más a menudo de lo que pensamos.En la mayoría de los casos son los padres de la mujer quienes lo sugieren. Dejan claro que abortar es lo único que "lo solucionará". Normalmente quieren llevar el proceso lo más en secreto posible. La mujer que está en esta situación es extremadamente vulnerable a las coacciones de otros. Les ha entristecido o enfadado con su embarazo, quiere hacerlos felices. Está confusa, avergonzada, y tiene miedo. Se aísla de otros apoyos. Todo esto pone una enorme presión sobre ella." (1)
    En un artículo anterior de Live Action contábamos la historia de Paula Veit Fetter, que fue obligada a abortar aunque no quería. Se quedó embarazada a los 16, y su padre la mandó abortar. La llevó a una clínica. Ella le dijo al médico que no quería abortar, pero su padre dijo que era la única opción posible. Entonces ella le contó a los trabajadores de la clínica que su padre era violento, y les enseñó los moretones que le había causado. La trabajadora social de la clínica habló con su padre, consiguió la promesa de que no iba a volver a golpearla, y los dos se fueron a casa. En el coche, su padre la atacó violentamente y la estuvo golpeando durante dos días. La chica fue a otra agencia a pedir ayuda, pero no la consiguió. Acabó en una casa de acogida. Después de un intento de suicidio fallido, Paula se rindió y accedió a abortar tal como todo el mundo le decía que hiciera.
     Algunos abortos solo ocurren por la negativa de los padres o parejas de alojar a la madre y al bebé. Marion, que abortó de mala gana por la insistencia de su pareja Pierre, creía que no tendría un sitio donde vivir si hubiera tenido al bebé.
     "Me asusté muchísimo cuando descubrí que estaba embarazada. La verdad es que Pierre me pidió que abortara... me encontré a mí misma en una difícil situación: si decidía tenerlo, no tendría dónde vivir ni cómo mantenernos a mí y al bebé, pero si abortaba podría vivir con mi hermana o con Pierre. Decidí abortar, pero me cogí un berrinche tremendo. Pedí cita en el médico y luego la cancelé. Al final, me citaron en la Clínica Marie Stopes y Pierre me acompañó. Fui todo el camino rezando para que me dijera que no pasaba nada, que no hacía falta que abortara y que él me ayudaría. Tenía tantos sentimientos encontrados cuando estaba en la mesa de quirófano esperando por el anestesista... no quise abortar en ningún momento hasta el último minuto antes de que me anestesiaran. (2)
     Cada aniversario del aborto desde entonces he estado cada vez más triste. Es la extraña contradicción que solo una mujer que haya sufrido uno puede entender. El sentimiento de pérdida se incrementa con el tiempo en lugar de decrecer." (3)
     Otra mujer contó cómo su novio la había abandonado y sus padres la presionaban:
     "Llevaba cinco años con mi novio y acabábamos de prometernos. Cuando me di cuenta de que estaba embarazada me entusiasmé, pero él se asustó muchísimo y dijo que a los 22 era muy pronto para ser padre. Devastada, volví a casa de mis padres y me presionaron para abortar. Mi madre me dijo que era demasiado jo.en e irresponsable. y mis intentos de llevarle la contraria no sirvieron de nada. En una semana me consiguieron cita en un hospital y aborté. (4)
     No digo que fuera una mala decisión, pero no fue mi decisión. Yo quería tener ese bebé, pero me quitaron de las manos la posibilidad de elegir. Me sentía engañada y enfadada con todos." (5)
     En algunos casos cuando el novio o marido es violento, las mujeres creen que no les queda otra que acceder a lo que ellos digan. Una mujer que tenía una relación "abusiva" según sus propias palabras, nos dijo:
     "Me había dejado embarazada dos veces, y cuando se lo dije, básicamente me contestó: "pues arréglalo". Fui sola, aborté y conduje de vuelta a casa, sola. Él se pasó la noche de bares y no volvió hasta las 6 de la mañana."
     Evidentemente, esta mujer no se "empoderó" por abortar.
     El director de una clínica nos cuenta cómo muchas veces los padres intentan convencer a sus hijas para que aborten:
     "A menudo los padres nos ruegan que convenzamos a sus hijas, menores de edad, para que interrumpan el embarazo. Nosotros no podíamos hacer nada si ellas decidían llevarlo a cabo.
     Recuerdo una madre gritándonos que estábamos legalmente obligados a practicarle un aborto a su hija porque nos había pagado, y había rellenado un permiso médico. Le dijimos que así no es como funcionan las cosas y le devolvimos el dinero, excepto una cantidad muy pequeña para pagar el examen médico y el trabajo de laboratorio, ya que su hija había decidido seguir adelante con el embarazo." (6)
     En este caso, la clínica rechazó practicar un aborto a una mujer contra su voluntad, aunque no siempre es así. De hecho, Planned Parenthood llevó a cabo un estudio en 1987 en el que concluyó que el 30% de menores que querían abortar atribuían su decisión al hecho de que sus padres querían que lo hiciera. Estas cifras fueron confirmadas en otro estudio de 1991. Los padres de la embarazada preferían 4 veces más que abortara en lugar de tener al bebé. Aunque estos estudios ya son antiguos, muestran cómo los padres han coaccionado a sus hijas adolescentes desde hace muchos años.
     Alan Guttmacher, el que fuera presidente de Planned Parenthood, dijo:
     "El 30% de las mujeres, aproximadamente 1 de cada 3, abortan porque otra persona quiere que lo haga, normalmente su pareja. ¿Eso es decidir?"
     Guttmacher está a favor del aborto desde que la mujer entra en la clínica, pero reconoce que muchas de ellas están erróneamente presionadas o forzadas a abortar. No solo Planned Parenthood admite que un significativo número de mujeres son presionadas para abortar. Otros activistas que apoyan el aborto han reconocido que existe esta coacción en algunas ocasiones.
     El autor Alexander Sanger, que está a favor de poder decidir, descendiente de Margaret Sanger, la fundadora de Planned Parenthood, admite que cuando un hombre abandona a su mujer embarazada aumenta la presión sobre ella para abortar:
     "La legalización del aborto nos ha llevado a  una situación donde hay muy poca presión de la comunidad para que se casen, así que él a veces desaparece, dejando que la mujer tome sola la decisión. En este punto, la influencia de la comunidad puede ser decisiva. (7)
     El Doctor Don Sloan, que ha tratado a miles de pacientes, mantiene que muchos abortos se llevan a cabo porque el hombre, y no la mujer, quiere:
     "Nunca es simple, pero cuando hay que decidir entre el hombre o el embarazo, muchas mujeres ceden y hacen lo que el hombre quiere."
     El Instituto Elliot, en su Informe sobre el Aborto Forzado, citó un estudio que sostenía que el 64% de las mujeres eran forzadas a abortar, normalmente por el padre del bebé. Esta cifra es escandalosamente alta.
     Este artículo es solo un resumen básico de cómo se puede coaccionar un aborto. Por desgracia, puedes encontrar incontables testimonios de mujeres que fueron obligadas a abortar en internet.

Traductora: Marina Liñán

Artículo Original de Sarah Terzo, publicado en LiveAction, el 18 de febrero de 2017
https://www.liveaction.org/news/not-all-women-choose-abortion-some-are-forced/
   



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