MEGAN MURPHY Y EL SILENCIAMIENTO DE LAS MUJERES
La infame alianza entre los transactivistas y los censores de las redes sociales supone una amenaza para la libertad de las mujeres. Twitter, a pesar de presumir de lo contrario, nunca ha sido muy amiga de la libertad de expresión. Durante los últimos años, esta plataforma ha expandido su "política de conducta de odio", ha prohibido las cuentas de gente controvertida y ha establecido un aviso de "contenido sensible", que solicita a los usuarios consentimiento para ver contenido que, a veces, es cuestionable. Pero un cambio reciente en sus políticas ha convertido lo que antes era un debate abierto en una guerra a la libertad de expresión, usando toda la artillería. Twitter ahora prohíbe "hacer misgendering o deadnaming a individuos transgénero". Para quien no sepa lo que es, deadnaming significa llamar a un individuo que ha transicionado por su nombre original y no por el que ha elegido. Es decir, si no quieres llamar Jill a Jack, podrías