LA PROSTITUCIÓN ES ESCLAVITUD

Los argumentos del mercado libre no son capaces de maquillar la realidad: la prostitución comercia con las vidas de las más pobres y desfavorecidas. Exactamente igual que la esclavitud.

    La prostitución es un sistema de explotación comercial sexual que está cargado y depende del racismo, el colonialismo, la esclavitud, el genocidio y el abuso de las mujeres y niñas más marginadas y desfavorecidas. El comercio sexual tiene mucho en común con la esclavitud.
     La esclavitud transoceánica fue un comercio de personas y de su trabajo que duró siglos, desde el año 1500 hasta la década de 1880. Desde el fin de la esclavitud, en 1888, los estados y las instituciones internacionales han reconocido legalmente los derechos humanos fundamentales y se han comprometido a protegerlos. A la luz de estos compromisos, parecería imposible que resurgiera la esclavitud humana.
    El abuso sexual, el acoso y la prostitución, así como los embarazos forzados, eran algo muy común entre las mujeres esclavas. Losoldados que iban en los barcos de esclavos, los esclavistas y muchos otros hombres involucrados en el comercio de esclavos abusaban sistemáticamente de las mujeres y niñas esclavas. Entonces, como hoy, la violencia sexual se usaba como arma de terror para deshumanizar a las mujeres y humillar sus maridos, hermanos e hijos, para recordarles que no era posible evitar tal degradación. En Norteamérica existía el comercio de "chicas modernas", por el que mujeres negramuy jóvenes y de piel más clara eran vendidas como prostitutas, a un precio de entre 4 y 5 vecesuperior a lo que valían las esclavas del campo.
     La reminiscencia de las tácticas usadas por los proxenetas y dueños de burdeles en la actualidad para blanquear el comercio sexual, como por ejemplo la de referirse a las transaccionesexuales entre hombres mayores y adolescentes como "sugar daddies" y "sugar babes" es la misma que, según se ha documentado, los esclavistas usaban para blanquear la esclavitud, llamándola "labor". Por ejemplo, en una carta que data del 1 de abril de 1789, un estratega proesclavitud de la India sugirió: "en lugar de eslavos, llamemos a los negros asistentes de plantación, y así no tendremos que oír protestas contra la esclavitud por parte de devotos, poetisas blandas de corazón y políticos cortos de vista".
     La intención del comercio de esclavos era ganar tanto dinero como fuera posible. Y la meta de los proxenetas, chulos y dueños de burdeles hoy en día es, exactamente, la misma. En ambos casos, la mercancía es el cuerpo humano. Las prostitutas casi nunca usan sus nombres reales, a menudo adoptan un nombre nuevo sugerido por su chulo o por el dueño del burdel. Estas mujereson consideradas tan poca cosa que solo las pueden vender para el sexo. A algunas de ellas, sus "dueños" las marcan con tatuajes para que no puedan escapar, o para que el chulo las controle. La esperanza de vida de las mujeres prostituidas es más baja que la media, mientras que la tasa de asesinatos de prostitutas es mucho más alta que la media.
     Llevo más de 20 años investigando y haciendo campaña contra el comercio sexual. Durante todo este tiempo, he viajado y he conocido a muchísimas mujeres (y algunos hombres) que han compartido conmigo sus historias de abusos y explotación. Al defender que la prostitución es esclavitud, lo que hago es reflejar la realidad de la vida de estas mujeres, no un estudio estadístico.
     Los chulos, los dueños de burdeles y los puteros que he ido encontrado durante mis viajes me han contado distintas historias, casi siempre sin avergonzarse, sobre cómo deshumanizan y "poseen" a las mujeres prostituidas para poder justificar el hecho de utilizarlas como mercancía. Los vínculos entre la esclavitud y la pornografía también están claros. Lo puedes ver claramente en vídeos como Las negras importan y Un esclavo de 30 centímetros. Igual que ocurre con el comercio de esclavos, el comercio sexual es un gran negocio.
     La existencia del comercio sexual se basa en la misoginia, el clasismo, el racismo, el colonialismo y el imperialismo. Se ha escrito mucho sobre cómo el género y la pobreza son el origen del comercio sexual. En cambio, hay un silencio atronador sobre el racismo en la prostitución, aunque 50 de lasupervivientes de trata con las que hablé mientras investigaba para mi libro The Pimping of Prostitution (2017), me hablaron de la doble opresión que sufrían por ser mujeres de minorías étnicas. Compartiré aquí algunas de sus experiencias.
     He oído a muchas negras supervivientes de trata comparar sus historias con la esclavitud. Vednita Carter, una abolicionista afromericana, me dijo: "en la era de la esclavitud fue cuando empezó la trata de mujeres afroamericanas. Incluso después de que liberaran a los esclavos, seguían vendiendo  y comprando mujeres y niñas negras. A día de hoy, aún hay muchos hombres que van a losuburbios pobres de las ciudades buscando mujeres y niñas negras a las que comprar o usar a su antojo".
   En 1996, Carter fundó Breaking Free, un servicio de apoyo a mujeres y niñas prostituidas en Minneapolis. Más del 60% de las usuariason mujeres negras. De acuerdo con los registros criminales de EEUU, las mujeres y niñas negras están sobrerrepresentadas, en proporción, en las estadísticas de arresto, sentencia y encarcelamiento por prostitución. "Las mujeres negras tienen muchas más posibilidades de que les quiten la custodia de sus hijos que las blancas, y también de ser arrestadas", dice Carter.
    Carter nos traslada la historia de dos mujeres prostituidas en las calles de Minneapolis que ilustra perfectamente la conexión entre el racismo y la prostitución. "Las dos mujeres, una negra y una blanca, fueron arrestadas por un policía blanco que las metió en la parte de atrás del coche policial. Después de tenerlas en el coche durante más de un minuto, el hombre le dijo a la mujer negra que saliera y siguiera con lo que estaba haciendo. la mujer blanca dijo, enfadada: "no es justo, ¿por qué a ella la dejas ir y a mí no?". El oficial contestó: "porque esto es para lo único que vale. No conoce nada mejor, tú sí, tú tienes otras opciones, te voy a llevar detenida para darte una lección y ,cuando te pongamos en libertad, espero que hagas algo con tu vida". Yo creo que esa frase lo dice todo. Las negras están en lo más bajo de la escala social. El punto de vista de ese policía se ha ido fraguando en la moral de nuestra sociedad desde la era de la esclavitud".
     Las mujeres y niñas afroamericanason mucho más vulnerables y proclives a ser prostituidas que las blancas. Asimismo, muchas mujeres del sudeste de Asia, Filipinas, Korea, Camboya o Vietnam, son vendidas a los turistasexuales.
     En mi experiencia como investigadora de la trata sexual en las zonas en la que está legalizada la prostitución, como los burdeles de De Wallen o el distrito rojo de Amsterdam, las actitudes racistas de los puteros hacia las mujeres prostituidason algo habitual. Para ellos, elegir una mujer de color sirve para cumplir una fantasía de estereotipo racista y colonialista. Esto se refleja también en la publicidad: a las mujeres africanas o caribeñase las representa como más atrevidasexualmente, a las chinas y del este de Europa como másumisas, y a las latinas como másensuales.
     El márketing de loserviciosexuales está supeditado a los estereotipos racistas y colonialistas. Por ejemplo, cuando Las Mujeres Asiáticas por la Igualdad de EEUU analizaron 1472 anuncios de prostitución, descubrieron que el 90% utilizaban tropos racistas que usaban a la mujer asiática como reclamo de venta. Anunciaban a las mujeres como "sumisas, exóticas, recién traídas, frescas, jóvenes e inexpertas". Esto es lo que los hombres buscan en las mujeres asiáticas.
     Las mujeres europeas también son estereotipadas por líneas racistas. Una de las muchas asiáticas a las que entrevisté en los burdeles ventana de De Wallen, me contó: "soy de Tailandia, y el dueño de este burdel siempre le dice a los puteros que yo hago todo lo que pidan porque "soy oriental". Les dice que hago anal sin protección, que soy muy sumisa. Los puteros blancos dan por hecho que voy a hacer más cosas que cualquier mujer blanca.
     La evidencia de que el comercio sexual es endémicamente racista salta a la vista. Mirad, por ejemplo, el caso del Leicester Club de Fútbol en 2015. El equipo estaba en Tailandia para un partido oficial, cuando tres de sus jugadores (James Pearson, Tom Hopper y Adam Smith) alquilaron a un grupo de mujeres prostituidas para una orgía. Estas mujeres contaron cómo los hombres continuamente les decían frases ofensivas tipo "venga, ojos rasgados", "eres repulsiva", y otra de ellas dijo que le habían mandado " comer mierda". Al volver a Reino Unido, compartieron el vídeo de la orgía con otros jugadores y con alguno de sus amigos. Pronto se convirtió en uno de los vídeos porno amateur más populares de la red. Este escándalo provocó que los jugadores perdieran su trabajo y fueran condenados públicamente por comportamiento bochornoso. Aunque a los hombres blancos no lesuele preocupar lo más mínimo la violencia contra las mujeres, sí que se esfuerzan en tratar a los negros de misóginos. Recordad las agresionesexuales ocurridas en Colonia en Nochevieja del año 2016. Los mil agresores borrachos fueron denunciados y descritos como "de apariencia árabe o norteafricana". En consecuencia, un gran número de británicos blancos decidió que era el momento de defender a las mujeres y condenar la violencia sexual. Muchos hicieron hincapié en que los agresores parecían de origen árabe, sugiriendo que ninguna mujer había sido agredida sexualmente hasta que aparecieron estos refugiados. En el mismo momento que estaban ocurriendo estos ataques, yo me encontraba en Colonia visitando un burdel. Entrevisté a los chulos, a los puteros y a una de las mujeres del burdel, y pude acceder al "menú" de servicios que las mujeres ejercen. El chulo que me enseñó las instalaciones me dijo que las chicas africanas tenían mucha popularidad entre los hombres dominantes que quieren probar cosas nuevasin acabar en comisaría. A mis preguntas, quedó claro que me estaba hablando de sexo muy duro, lo que, en este burdel en particular, anuncian como algo con lo que las africanas disfrutan mucho.
  "Este es un clásico estereotipo racista sobre las negras", dice Esohe Aghatise, una abogada internacional que fundó, en 1998, Iroko  en la ciudad de Turín, una ONG que ofrece apoyo y asistencia legal a mujeres y niñas traficadas de Nigeria a Europa. "Las negrason tratadas como objetosexuales que los hombres blancos usan de forma que no utilizarían a ninguna mujer blanca". Y continúa: "la clase de "serviciosexuales" que demandan de estas "salvajes" se sustenta en el mito de que tienen una alta resistencia al dolor, por lo que pueden llevar a cabo cualquier atrocidad que se les ocurra sobre ellas, pues no son vistas como humanas, sino más cercanas al mono".
    Muchas mujeres negras me han contado cómo las criaron en una nube de expectación sexual que las convertía en presa fácil para ser prostituidas. Asimismo, los hombres blancos parecen asumir que las mujeres de ciertos grupos étnicos encajan en el comercio sexual.
     Taina Bien-Aimé, una mujer haitiana-americana, es la directora ejecutiva de la Coalición Contra la Trata de Mujeres. "Desde pequeña, escuchando a mi madre y a mis tías, aprendí que los hombres codiciaban nuestros cuerpos", dice. "Nuestros labios carnosos, pechos grandes, cómo movemos las caderas, el tono de nuestra piel, siempre han sido la diana de miradas masculinas, del acoso sexual y las violaciones". Explica: "primero los españoles, seguidos por los franceses y después los americanos, profanaron a las indígenas y esclavizaron a las mujeres africanas de Haití con rituales misóginos, un patrón muy habitual en el "Nuevo Mundo". La prostitución es el legado de esa opresión sistémica".
     Durante la prostitución, cuenta Bien-Aimé que se siguió la misma línea que durante la esclavitud: "la única diferencia con los esclavistas es que estos hombres, alguna generaciones más tarde, pagan por los cuerpos de las mujeres. La prostitución no es un concepto que exista en ningún idioma indígena. Lo llamamos explotación colonizada".
   Ne'cole Daniels es una superviviente de trata de EEUU, que habla por muchas mujeres vulnerables y atrapadas en la prostitución. La experiencia de Daniels como mujer prostituida fue que las niñas y mujeres negrasufren una doble opresión, el racismo y la misoginia, cuando son explotadas por los hombres. "Creen que pueden hacer cualquier cosa con nosotras, incluso cosas que no pueden hacer ni con sus esposas. La prostitución es como el racismo en sí misma. Lo que están diciendo es que algunas mujeres, en especial nosotras las negras, valemos menos que otras".
     La colonización y el comercio sexual van de la mano. Allá donde hay guerra, ocupación militar y conflicto, hay prostitución.  Janice Raymond es una académica, feminista y activista contra el comercio sexual, así como la anterior vicedirectora de Coalición Contra la Trata de Mujeres. Ha estudiado el fenómeno de las "mujeres de consuelo", la frase usada para describir a las mujeres obligadas a prostituirse en Japón durante la Segunda Guerra Mundial. El caso de las mujeres de consuelo constituye uno de los más atroces crímenes de guerra del siglo XX, pero nunca ha sido oficialmente reconocido como tal. Se calcula que el número de mujeresubyugadase aproxima a las 200.000, y los métodos para hacerlo estaban muy bien organizados y patrocinados por el propio gobierno. El fenómeno empezó antes de la guerra, y duró más de 15 años, y los países en los que se practicaba fueron todos en los que imperaba Japón en la región del Pacífico durante la guerra. Los propios militares estadounidenses hicieron resurgir el sistema de las mujeres de consuelo durante la posguerra, cuando ocuparon Japón. "La mayoría de estas mujeres han muerto, pero aquellas que han sobrevivido y sus familias están presionando a Japón para que se responsabilice de estos crímenes, se disculpe y repare a las víctimas", dice Raymond. "Losoldados de EEUU describieron a las mujeres a las que explotaban como "pequeñas y morenitas máquinas de follar". La prostitución promocionada por el gobierno se convirtió en una parte inherente a la práctica colonial. Este tipo de colonianismo formó la espina dorsal de un imperio literalmente construido sobre los cuerpos de las mujeres de una raza que se suponía inferior. Las usaban para consuelo de las tropas con el permiso de las autoridades militares".
     El número de indígenas prostituidas y desparecidas en una de las áreas más pobres de Vancouver, en Canadá, nos debería dar pistasobre la naturaleza depredadora de la prostitución cuando se trata de mujeres marginadas. En 1983, una mujer prostituida del este de Vancouver desapareció, fue la primera de las 69 que desaparecieron en esa misma zona durante 20 años antes de que la policía arrestara a alguien. Mientras me dedicaba a investigar estas desapariciones y asesinatos, entre 2015 y 2017, conocí a Courtney, una indígena defensora de de las mujeres prostituidas y superviviente de la prostitución. "La trata de mujerese sustenta en el racismo y en el colonialismo tanto como en la misoginia", dice. "Para las mujeres nativas y las afroamericanas, y todas las mujeres y niñas negras, esta esolo otra forma de que el hombre blanco arrebate lo que desea de nuestra comunidad, nuestra cultura y nuestra propia alma".
   Trisha Baptie es una superviviente y periodista canadiense. En 2007, como reportera, cubrió el juicio a Robert Pickton, el asesino en serie condenado por el asesinato de seis de esas mujeres, casi todas indígenas del este de Vancouver. Baptie ganó varios premios por su trabajo en el juicio, lo que le aportó un conocimiento absoluto de esta parte de la ciudad, y una perspectiva de amistad hacia las víctimas. "Vengo de una clase media acomodada", dice. "Mi padre nació en un país que fue excepcionalmente cruel con él por el color de su piel. Pegaba a mi madre, así que pasé mucho tiempo en casas de acogida. Cuando cumplí 12 o 13 años conocí a mi primer cliente, porque cuando vives en una casa de acogida, esta parece, simplemente, la progresión natural". Muchas niñas indígenas fueron robadas de sus casas y llevadas a estos lugares. "Este es un sistema racista, ni siquiera nos dejan quedarnos en nuestra propia comunidad porque quieren que nos adaptemos, que dejemos atrás nuestra cultura".
     A pesar de que la mayoría de quienes hablan sobre racismo en la prostitución son mujeres, también hay hombres preocupados por el hecho de que en las comunidades indígenase normalice la prostitución. Pala Molisa es una académica de la Universidad Victoria en Wellington, Nueva Zelanda, y activista contra la violencia machista. Originaria de Vanuatu, una isla del Pacífico, Molisa considera que la prostitución es una forma de opresión racializada, y dice que ha aprendido de su madre y otras indígenas lo que es el supremacismo blanco y la base colonial de la prostitución. "No queremos que solo los hombresean responsables de reducir a las mujeres al estatus de esclava sexual, sino que toda la institución de la prostitución, que es la base de la cultura de la violación patriarcal, sea erradicada", dice. "El modelo dominante de masculinidad que subyace en la supremacía está condicionado por la raza, la clase y el capitalismo".
     Los puteros con los que he hablado confirman la naturaleza racista del comercio sexual. "puedes elegir, como en un catálogo", me dijo uno de ellos. "Color, talla, religión, puedo tener lo que quiera". Tan racista como misógino. Como dice Marian Hatcher, una abolicionista afroamericana: "no llevamos la marca de putas, no nacemos con código de barras ni precio marcado en la piel".
     El terremoto de 2010 en Haití se cobró 220.000 vidas, dejó 300.000 heridos y un millón y medio de desahuciados. La ONG Oxfam aportó 70 millones de libras para ayudas y reconstrucción de infraestructuras. Sin embargo, algún tiempo despuése supo que un número de trabajadores de la ONG establecidos en una residencia de Delmas, cerca de la capital Puerto Príncipe, estaban involucrados en un caso grave de conducta sexual reprobatoria. Esta residencia estaba gestionada por Oxfam (a la que llamaban "Apartamentos Rosas" o "la casa de putas", contaron algunos testigos), según una fuente que enseñó varios vídeos grabados en la propia residencia. Esta fuente contaba: "los trabajadores organizaban fiestas con prostitutas. Las chicas llevaban camisetas de Oxfam, y en los vídeose las ve medio desnudas merodeando por la casa, como una orgía al más puro estilo Calígula. Es increíble, una locura. En una de las fiestas había, al menos cinco chicas, dos de ellas con la camiseta. Los hombres, a menudo, se referían a estas fiestas llamándolas "barbacoa de jovencitas".
     Roland van Hauwermeiren, el director de Oxfam en Haití, fue obligado a dimitir en 2011 después de admitir los hechos. A pesar de eso, al siguiente se convirtió en el encargado de la misión de Acción Contra el Hambre llevada a cabo den Blangladesh. Esta ONG investigó su expediente previo, pero, según ellos, "Oxfam no nos informó sobre su conducta poco ética ni de las razones de su dimisión". Un portavoz de Acción Contra el Hambre dijo: "es más, recibimos referencias positivas por parte de compañeros que habían trabajado con él".
     No es coincidencia que la mayoría de organizaciones de ayuda de Reino Unido estén dirigidas por hombres blancos. La explotación sexual en los países en vías de desarrollo esistemática y está institucionalizada, y a menudo los perpetradoreson aquellos que se supone que tienen la obligación de ayudar. La prostitución se construye sobre la desigualdad, y no hay nada más claro que la diferencia de poder entre las mujeres de los paísesubdesarrollados desesperadas por comer, y dar de comer a sus hijos, y losalvadores que van allí, supuestamente, a aliviar su dolor. En palabras de la superviviente irlandesa Rachel Moran, hablando sobre la política de Amnistía Internacional sobre prostitución: "lo mejor que puedes poner en la boca de una mujer con hambre es comida, no tu polla".

Traductora: Marina Liñán

Escrito por Julie Bindel y publicado en Aeon el 26 de junio de 2018


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